lunes, 6 de agosto de 2012

Té para dos

Hola, Soledad, te invito a pasar. Te ofrezco jugo o té es que no tomo café.

Siéntate y ponte cómoda, pasaremos muchas lunas juntas.
Dime ¿Qué tal has estado? Si, si se que te he abandonado, pero tranquila que fue solo por un tiempo en el que creí, lo admito, no necesitarte mas y pensé, de una manera muy ilusa cabe destacar que ya no te iba a a volver a ver.
Déjame que te cuente si no te molesta, déjame que te explique el porque de mi ausencia.
Yo viaje a un lugar donde los días se te pasan riendo hasta no poder mas, donde las noches están llenas de amor u no cuentas los minutos ni las horas porque piensas que siempre estarás ahí. En fin un lugar maravilloso del que ya no debo contarte mas, de nada servirá recordar, no hay palabras que expresen lo bello de ese lugar, lo mágico de esos momentos y así las hubiera no pretendo que sepas cuales fueron esas cosas por las cual te cambie, esas cosas tan hermosas como dolorosas.

Te invito a que pases, que me entiendas ya que eres la mejor amiga que he podido tener. Te sientas a verme llorar sin preguntarme ¿por qué?, sin reprocharme las lagrimas y sin decirme 'Te lo dije'.
Te sientas y me escuchas gritar en silencio mi dolor.

Te invito a quedarte y que me ayudes sanar, a comprender que al menos por un tiempo junto a ti debo estar y a encontrar de nuevo el camino hacia mi, siento que me perdí en alguna parte de esta historia y espero encontrarme.

De ante mano te agradezco todo lo que harás por mi, espero no haberte aburrido con esta historia tan repetida y desconocida.

¿Te sirvo otro té?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario